El actor pidió desde el escenario respeto para los actores y espectadores ante las repetidas llamadas de varios teléfonos
«A teléfono abierto» debió titularse la función que tuvo lugar el sábado pasado en el Teatro Calderón de Valladolid como consecuencia de que unos pocos desconsiderados espectadores mantuvieron sus teléfonos móviles encendidos durante las dos horas largas que dura la obra «A cielo abierto», protagonizada por José María Pou y Nathalie Poza. Ambos estaban interpretando la escena cumbre del texto David Hare, cuando el énesimo móvil rompía la magia de lo que estaba sucediendo en el escenario.
Tom, encarnado por Pou, en ese momento lamentaba comprobar cómo su amor por Kyra (Poza) ya no retornaría. El protagonista en ese momento escondió entre las manos su cara. Cuando las retiró apareció con toda su sinceridad José María Pou, lamentado que «por qué tenemos que aguantar esto», mientras su compañera Nathalie, parecía llorar de pie con la cabeza oculta entre los brazos.
Los espectadores, que gran número ocupaban el patio butacas, los palcos y la galería, contuvieron la respiración unos segundos, para de inmediato ovacionar a los actores con voces de ánimo y reproches a los maleducados que no tuvieron siquiera la vergüenza de derrumbarse en la butaca, ya que a pesar del manifiesto malestar de los actores y del público, otro teléfono comenzó a sonar otra vez mientras que su propietaria salía veloz de la sala entre los improperios de los presentes. Pero la desvergüenza de la poco respetable espectadora no se reprimió pues no tuvo reparo en volver a su sitio cuando la función se había reanudado.
Lo cierto es que desde que se levantó el telón a las 20.30 horas, varios móviles se pudieron oír, hasta el punto de que uno mereció la respuesta en voz alta de su portador.
Desde el Teatro se recuerda su desconexión
Desde el equipo regente del Teatro Calderón, a requerimiento de algunos espectadores a la conclusión de la función, se recordó que al comienzose pasa una grabación pidiendo la desconexión de los teléfonos móviles, además de apelar a la consideración y educación del público, algo que el sábado algunas personas ostensiblemente prefirieron obviar.
Por lo que supo ABC, en las funciones del sábado parece que hay bastante abonados que son profesionales que puntualmente están de guardia los fines de semana, lo cual por lo que este sábado se vio, en este caso mejor oyó, no les impide acudir a un acto público y no silenciar sus teléfonos móviles. Sería un detalle que, tanto por el buen servicio de sus competencias estando en otro lugar más conveniente para su labor como por respeto a sus conciudadanos no acudiesen al teatro, en este caso, cuando estén de guardia de trabajo.
Apelar al público
José María Pou, además de pedir respeto para el trabajo de los actores, se dirigió al público desde el escenario del Calderon apuntado que «ustedes también deberían exigir que estas cosas no pasen». De hecho,su disgusto era muy palpaple, hasta el extremo de decirle a Nathalie Pou «no puedo». Finalmente su compañera en «A cielo abierto» tiró de él dándole pie con su texto para continuar la función, que concluyó con una prolongada ovación de los espectadores, que en pie quisieron agradecer la entrega y profesionalidad de los dos intérpretes.
ABC se puso en contacto este domingo con el actor, quien afirmó que «estas cosas no se deben ignorar. Al contrario, creo que lo mejor es hacer que el público sea consciente de que estas desconsideraciones van en contra de todos, actores y público».
No hay comentarios:
Publicar un comentario