martes, 8 de diciembre de 2015

martes, 10 de noviembre de 2015

lunes, 9 de noviembre de 2015

"THE LEADERS" Interview with Sanduk Ruit 1

La ceguera operada en cinco minutos

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Un médico de Nepal cura la ceguera en cinco minutos


Un revolucionario oftalmólogo pretende acabar con la invidencia global

Vida | 09/11/2015 - 08:08h
Un médico de Nepal cura la ceguera en cinco minutos
El doctor Sanduk Ruit ha restaurado la vista a más de 100.000 personas con su revolucionario método de operar las cataratas Facebook
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Barcelona, (Redacción).- ¿Se imagina curar la ceguera por menos de 50 euros en cinco minutos? Un médico en Nepal lo ha logrado con un revolucionario método y sin ningún tipo de brujería o engaño. Se trata de un sistema de microcirugías reconocido por la prestigiosa revista American Journal of Ophthalmology.

Según informa The New York Times, el doctor Sanduk Ruit ha hecho que más de 100.000 personas recuperen la vista con una sencilla operación de cataratas sin suturas. Con la ayuda de un microscopio y un bisturí, el oftalmólogo extrae las cataratas que impiden ver e inserta una nueva lente en el ojo del paciente.

Un proceso rápido, barato y con una efectividad muy similar a la lograda con las máquinas más modernas. Tan revolucionario es este "Método Nepal" que ahora se enseña en algunas escuelas de medicina en Estados Unidos.

Unos 39 millones de personas en todo el mundo son ciegas y alrededor de la mitad de ese número es a causa de las cataratas, según la Organización Mundial de la Salud. Y aunque este problema en España se puede operar por un precio que ronda entre los 1.300 y los 5.000 euros por ojo, en países pobres es un problema relevante. Sin vista la vida cotidiana se hace más complicada y eso aumenta las posibilidades de no poder salir adelante.

El diario The New York Times acompañó a una paciente de Sanduk Ruit. Thuli Maya Thing, una mujer de 50 años, llevaba varios años sin ver por culpa de las cataratas. Debido a la ceguera tenía problemas para cuidar de sus hijos, no podía trabajar y eso suponía que la familia pasara hambre por momentos. "No puedo buscar leña o agua. No puedo cocinar los alimentos. Me caigo muchas veces y me he quemado con el fuego", relató al periódico.

Tras una intervención de cinco minutos por ojo y un reposo de 24 horas, el doctor retiró el vendaje de Thuli. Tras parpadear incrédula un par de veces empezó a sonreír. "Yo solía moverme arrastrándome. Ahora puede levantarme, caminar y volver a ver a mi marido y mis hijos", explicó incrédula.

El doctor Ruit, de 61 años, ha acallado las críticas de los escépticos con el reconocimiento estadounidense. Ahora, junto al oftalmólogo Geoffrey Tabin se ha propuesto plantar cara a la ceguera global con un proyecto cargado de optimismo. "Si podemos hacer esto en Nepal, se puede hacer en cualquier lugar del mundo".



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miércoles, 19 de agosto de 2015

RECORD MUNDIAL: 150 Directores de Orquesta dirigen simultáneamente la Óp...




Este vídeo resume la ilusión, la pasión, el amor, las ganas de trabajar por y para la música... Personas venidas de todas las partes del mundo, cada uno aportando su esencia...Todos a una, entregados a la música está Carmen de Bizet, que fue grabada también en la semana del encuentro de directores que celebra la "Escuela de dirección Maestro Francisco Navarro Lara", por la  Orquesta Internacional de Directores de Orquesta, en Huelva Ciudad de La Luz una provincia de Andalucía, llena de arte. Compañeros allá donde esté la música siempre habrá luz, alegría y felicidad. SOMOS UNA GRAN FAMILIA. GRACIAS UNA VEZ MÁS. 

domingo, 10 de mayo de 2015

Caleb's Story

LOBOS: Cómo los lobos son capaces de cambiar el curso del río

Keops La Gran Pirámide...

fuente:http://noticiasdelaciencia.com/not/13990/-ldquo-la-gran-piramide-de-keops-se-anticipa-en-milenios-a-la-evolucion-de-la-ciencia-rdquo-/


“La Gran Pirámide de Keops se anticipa en milenios a la evolución de la ciencia”

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La Gran Pirámide de Giza en Egipto, la más antigua de las Siete Maravillas del Mundo y la única que aún persiste, ha sido y sigue siendo un monumento que despierta la admiración de egiptólogos, arqueólogos y arquitectos como Miquel Pérez-Sanchez Pla (Barcelona, 1950), que la ha reconstruido en su medida exacta. Pero lejos de cerrar un capítulo de la historia, la reconstrucción del monumento ha generado aún más enigmas, parte de los cuales se resuelven en el libro La Gran Pirámide, clave secreta del pasado.

Miquel Pérez-Sanchez Pla no es un arquitecto al uso. Amante de la poesía –ha escrito cinco libros de este género–, su curiosidad por la Gran Pirámide de Giza nació al escribir sobre los orígenes del hombre. “Me pareció necesario como arquitecto hablar en este libro de la arquitectura de los orígenes”, recuerda Pérez-Sánchez Pla.

Su hábito de dibujarlo todo le llevó a poner en el ordenador las medidas conocidas de uno de los monumentos más importantes de la historia de la Humanidad. Ahí comenzó un viaje que, doce años más tarde y tras interesantes hallazgos sobre la civilización egipcia, culmina en la publicación del libro La Gran Pirámide, clave secreta del pasado.

Pero los secretos revelados por este arquitecto, que entremezcla las matemáticas, la geometría, la astronomía, la geodesia y las lenguas antiguas, no son más que la primera pieza de un gran puzle. Y es, sin duda, su experiencia como poeta la que le ha guiado en toda esta aventura. “Ha sido absolutamente clave para ver el monumento desde el punto de vista de la mitología, la literatura y la historia”, dice Pérez-Sánchez Pla.

La Gran Pirámide es un monumento distinto de las otras pirámides. Aunque en la actualidad la vemos como una gran escalera, no lo era cuando se construyó. Tenía las caras lisas, pero “parece que un terremoto desprendió parte de los bloques y luego los fueron arrancando para utilizarlos como cantera”, informa el investigador.

A pesar de todo, quedó una hilera de piedras cuya inclinación hace tiempo que se había medido. El arquitecto ajustó la medida gracias a los números y a Pitágoras –que estuvo 20 años en Egipto y fue ungido sacerdote–. “Pero con la inclinación perfectamente definida nos dimos cuenta de que los bloques de caliza no llegaban hasta arriba, hasta su altura total definida por William F. Petrie en 280 codos reales (cr=0,5236 metros) y aceptada unánimemente. Por tanto, faltaba algo. Pero, ¿qué?”, se pregunta Pérez-Sánchez Pla.

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El arquitecto Miquel Sánchez-Pérez Pla, durante la presentación del libro en el Ateneo de Madrid a finales de abril. (Foto: Sinc)


Para responder a esta cuestión, Miquel reconstruyó el monumento que quedaba truncado en su vértice. “Lo que fue absolutamente sorprendente es que contiene una fórmula matemática todavía indescifrada que garantiza que su reconstrucción sea exacta”.

En su labor de reedificar virtualmente la pirámide, el arquitecto entrelazó números y llegó a realizar un cálculo que resultó ser poético para definir la altura del vértice del monumento. El resultado fue igual a 277,7778 cr, que se obtiene al dividir lo infinitamente grande según los egipcios –el millón–, dividido por lo infinitamente pequeño –3.600, que es la división de la hora y del grado en segundos–. Pero esa altura no permitía llegar a los 280 cr ya determinados. Y sólo una esfera representando al Sol podría completar este vacío.

“La reconstrucción de la Gran Pirámide se realizó con una precisión de veintésimas de milímetro, es decir, de un milímetro dividido en 20 partes. Se trata de un nivel de precisión 100 veces superior al normal en arquitectura que solo se podría conseguir por ordenador. Una vez realizada nos encontramos con que la superficie de la Gran Pirámide era de 314.159,2 cr2, lo que nos ofrecía una aproximación con seis decimales al número Pi, y esto representaba avanzarse 3.000 años en la evolución de la ciencia”, afirma Pérez-Sánchez Pla.

Estas conclusiones llevaron al investigador a realizar su tesis doctoral en la Universidad Politécnica de Cataluña. “Quise analizarla de arriba abajo”, certifica el autor atraído por dos de sus peculiaridades: un zócalo que mide un codo real (0,5236 metros) –la distancia que va desde el codo hasta la punta de los dedos– y el centro de las caras (apotemas) ligeramente hundido hacia el interior, “por lo que la medida de la pirámide en el extremo del cuadrado de la base es mayor que la que tiene en el centro”, explica el experto.

La primera sorpresa fue que el zócalo ya daba la unidad de medida de la pirámide. “¿Te imaginas que en el Partenón los arquitectos hubieran dejado en piedra la unidad de medida que emplearon para construirlo? Yo no lo he visto nunca, salvo en el caso de la Pirámide de Keops”, se asombra todavía el arquitecto, reconvertido en científico.

No obstante, esto no fue más que el principio. Al medir la Cámara del Rey, Pérez-Sánchez Pla se percató que contenía dimensiones exactas en metros: su altura respecto al zócalo era de 43,00 m, la diagonal de su muro mayor de 12,00 m y su volumen de 321 m3. “Aún no nos explicamos cómo, pero son demasiadas casualidades”.

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Detalle de la coronación de la Gran Pirámide. La esfera medía 1,423 metros, lo que representa la 103ª parte de la altura de la pirámide. (Foto: Reconstrucción de Pérez-Sánchez Pla)


A partir de la geometría de la Gran Pirámide confirmó la presencia del número Pi (3,1416), del codo real (0,5236) y del número Phi o número de oro o divina proporción (1,6180). Además, el perímetro, la superficie y el volumen de la Gran Pirámide calculados por ordenador demostraban que la reconstrucción era totalmente exacta a través de la ley del número 888, una cifra clave en el libro que solo su lectura puede revelar.

“Hay un montón de elementos relacionados con el número 888”, y esta cantidad podría simbolizar la presencia de un dios único primigenio, que está documentado en el IV milenio antes de Cristo y que es anterior al politeísmo conocido de los egipcios. Esta cifra ‘secreta’ que está asociada a toda la geometría del monumento, y que se repite de forma sistemática a lo largo de su investigación, no es la única: también aparecen frecuentemente los números 432 y 892.

En busca de más respuestas, Pérez-Sánchez Pla no encontró más que preguntas para resolver este gran rompecabezas. Por ello recurrió a la lectura de la mitología, centrándose en el mito de Osiris (dios egipcio de la resurrección, símbolo de la fertilidad y la regeneración del Nilo). “Hemos llegado a la conclusión de que era la personificación de una civilización madre que transmitió la sabiduría al Antiguo Egipto”, explica el científico.

De nuevo, son los datos comprobados a través de las matemáticas y la astronomía los que permitieron establecer la fecha del día de la muerte de Osiris. Comparándola con el momento de la inauguración de la Gran Pirámide, que se había determinado por los canales estelares, el arquitecto llegó a la conclusión de que había 1.000 años de diferencia entre un día y otro.

Por lo tanto, “la Gran Pirámide es el monumento conmemorativo del Milenario del día de la muerte de Osiris”, zanja el autor quien añade que la construcción de la Gran Pirámide –que duró 17 años y 9 días– se culminó el 3 de octubre del 2530 antes de Cristo, hace 4.545 años. Las fechas del inicio y del final de las obras se han podido establecer a partir de la alineación de dos canales estelares de la Gran Pirámide con el planeta Marte.

Pero los cálculos también han permitido desvelar el significado del nombre del monumento: el Horizonte de Keops. Si la esfera del vértice se transforma en un ojo es “exactamente lo que ellos están viendo desde arriba”, el horizonte. Esta imagen da aún más pistas sobre un segundo horizonte, cuyo perímetro de visión se establece desde la altura donde está la hipotética y aún oculta Cámara Sepulcral. “Resulta que este segundo horizonte es la medida del primero multiplicado por 0,888. A partir de ahí, y con otras pruebas, deducimos dónde se hallaría esta cámara que podría contener el cadáver momificado del faraón”.

Sin embargo, lo que más sorprendió a este arquitecto catalán fue la precisión de los resultados de los cálculos del volumen, el perímetro y la superficie de la pirámide. Este es el gran enigma. “No tengo ni idea de cómo lo hicieron, no solo cómo la construyeron sino cómo la proyectaron, porque la Gran Pirámide se convierte en un elemento que concentra una gran cantidad de información. Es una enciclopedia de piedra”, afirma el investigador ante la inevitable pregunta: ¿Cómo pudieron construir con tal grado de precisión? “Cuánto más sé, menos sé. La incógnita de cómo lo hicieron sigue abierta”.

Angustiado ante la ausencia de esta gran respuesta, Pérez-Sánchez Pla se refugió en su director de tesis. “Tú bastante has hecho descubriéndolo; ahora que sean los demás quienes expliquen el cómo”, le dijo.

El libro responde de algún modo a esta importante cuestión. “Esta sabiduría es imposible que naciese a lo largo de los seis siglos de historia que llevaba esta civilización que surgió en el 3100 antes de Cristo. La pirámide se inauguró en el 2530 antes de Cristo, seis siglos de diferencia en la que se demuestran sin duda grandes conocimientos astronómicos, geodésicos, geométricos y matemáticos”.

La conclusión a la que llega Miquel es que los egipcios fueron herederos de una sabiduría anterior porque “sino no tiene explicación”. El investigador se remite a toda una serie de datos mitológicos que hacen pensar en una civilización científica previa.

A esto se suma el conocimiento geodésico que los egipcios tenían de la Tierra que es “imposible que sea casual”. En la Gran Pirámide de Keops hay datos proporcionales que nos dan el perímetro medio de la Tierra, la longitud del meridiano, y el radio polar con una gran precisión. Pero si realmente fueron herederos de una sabiduría anterior, ¿en qué otros monumentos se reflejaría este conocimiento?

Miquel Pérez-Sánchez no tuvo que buscar muy lejos. Miró hacia la Esfinge de Giza, que según la egiptología es contemporánea de la Pirámide de Kefrén. “El desgaste de la piedra es extraordinario en el cuerpo pero mucho menor en la cabeza. Al estar en una fosa, las arenas del desierto la recubrieron y lo que quedó fuera fue la cabeza, por lo que se tendría que haber desgastado más que el cuerpo que quedó protegido. Pero ocurre justo al revés”.

A través de su investigación, Pérez-Sánchez Pla la ha podido fechar con exactitud confirmando la datación aproximada realizada por Robert Schoch, geólogo y profesor de la Universidad de Boston (EE UU), que llegó a la conclusión de que la Esfinge –que originariamente tendría cabeza de león– era de entre el 5.000 y el 7.000 antes de Cristo. Pero no solo eso, Miquel ha averiguado también porqué construyeron este monumento. “Esto no aparece en este libro”. Habrá que esperar al siguiente para descubrirlo.

Mientras, el arquitecto seguirá intentando desvelar los misterios de esta civilización porque, como decía el historiador griego Plutarco, “no hay nada más grande para el hombre que la obtención de la verdad”.

A lo largo del mes de abril, Miquel Pérez-Sánchez Pla presentó su libro en la sede del CSIC en Barcelona, en el Ateneo de Madrid y en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid (ETSAM). Durante el mes de mayo, está prevista otra presentación en la Casa de la Ciencia del CSIC en Sevilla. (Fuente: SINC)
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miércoles, 22 de abril de 2015

Sor Lucía Caram


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Sor Lucía Caram, monja entregada a los demás

Victor-M Amela, Ima Sanchís, Lluís Amiguet

"Dios no tiene manos, ¡pero tiene nuestras manos!"

04/12/2012 - 00:00
"Dios no tiene manos, ¡pero tiene nuestras manos!"
Foto: Laura Guerrero
Claustro
Sor Lucía Caram es un torbellino de energía con un objetivo: ayudar a personas necesitadas. Y no para: ha promovido la Fundación Rosa Oriol (en favor de un banco de alimentos), el Grupo de Diálogo Interreligioso de Manresa, el Projecte Mosaic de salud mental... Tiene un programa en Ràdio 4 (Punt de trobada), y publica la autobiografía Mi claustro es el mundo (Plataforma), su visión del mundo entre jugosas anécdotas (como esa noche de oración en el convento en que, para resistir, se tomó una infusión de hoja de coca, café y mate que la mantuvo despierta..., pero en el retrete). Sor Lucía pasa sobre formulismos religiosos para ir a la esencia: ¡servir!
Poco contemplativa la veo.
No puedo estar quieta, es verdad, pero contemplo la historia desde el corazón de Dios.

Y se escapa de la clausura.
Mi claustro es el mundo.

¿Qué hace?
Me levanto a las cinco de la mañana y rezo, voy a misa, leo La Vanguardia... Y, a las nueve y media acudo a la Plataforma de los Alimentos y escucho a la gente.

¿Qué es esa plataforma?
Somos cinco monjitas en mi convento, en Manresa, que empezamos repartiendo bocadillos... y hoy, gracias a 250 voluntarios, ¡damos alimentos a 950 familias necesitadas!

¿Y eso de escuchar?
¡Dar no es sólo repartir bolsas de comida, es escuchar!

¿Qué le cuentan?
Hoy ha venido otra persona a punto de ser desahuciada de su piso...

¿Y de verdad puede solucionar algo?
Hemos conseguido en siete meses tres pisos para tres familias. Antes yo pedía sólo a Dios, ¡ahora pido a todo el mundo!

¿Aceptaría dinero de cualquiera?
No del dueño de Zara: un voluntario hondureño me cuenta cómo le explotaban de niño trabajando en sus talleres allí.

¿Por qué se hizo monja?
Conocí a unas monjitas que trabajaban con los más pobres, ¡y las veía felices! A los 18 años estudiaba Teología, ayudaba en hospitales, trabajaba en los barrios...

¿Y contenta?
Acabé sintiéndome exiliada de mí misma. Y me recluí cinco años en la oración. Fue duro..., ¡pero aprendí que soy libre por dentro!

Y ha desplegado su libertad.
Les he complicado la vida a mis hermanas: ¡no para de sonar el timbre del convento!

¿Qué dicen sus superiores?
Me riñeron por acercarme a los musulmanes de Manresa, pues lo interpretaron como claudicación. Apoyé la mezquita, y hoy es la única mezquita de puertas abiertas.

Bien está lo que bien acaba.
Y la Iglesia debería aceptar el uso anticonceptivo del preservativo: ¡ayuda a la paternidad responsable! Y no imponer el celibato.

¿No le gusta?
¡Yo lo elegí libremente! Y me ayuda a servir a todos. Abrir los brazos es amar, y cerrarlos sobre una sola persona no me basta: los dejo abiertos. Lo aprendí de Pedro Meca.

¿Quién?
Un cura que convive con los sintecho de París que me dijo: "La Iglesia es una casa de putas donde he aprendido a hacer el amor".

¡Hala!
La Iglesia es diversidad, y amar es servir: si no sirves a otros, no sirves para nada.

¿Y sirve la Iglesia?
Jesús iba a morir y lavó los pies a sus comensales, y partió, repartió y compartió el pan. Pero hoy la Iglesia acumula bienes...

¿Los repartiría?
Hay patrimonio artístico que mimar, ¡pero tantos solares y edificios, pisos cerrados y donaciones...! ¡Que vuelvan a la gente!

¿Predica con el ejemplo?
Hemos dado la mitad del convento para un centro de salud mental y club social. ¡Dios no tiene manos, pero tiene nuestras manos!

¿De qué viven usted y sus hermanas?
Vivimos al día, con lo que nos llega, y damos lo que tenemos, no lo que nos sobra: dando todo ¡recibes bendiciones totales! Creo que si acumulo bienes, algo malo me pasará.

¿Es supersticiosa?
Confío en la Providencia. Un día le dije a sor Neus: "Rece a la Virgen para que nos lleguen cien litros de leche o perderé la fe ¡o la ordeñaré a usted!". ¡Y llegaron!

¡Milagro! ¿Rezó mucho sor Neus?
¡Sí! Ya ha muerto, pero sigo hablando con ella. Tenía 90 años, no podía caminar... ¡y siempre estaba contenta! La admiro, ha sido uno de los mejores regalos en mi vida.

¿Le pide cosas?
Sí, hasta que gane el Barça. Y funciona. ¡El Barça es casi divino! Un chiste: "Dios me ha enviado para que el mundo vea jugar bien al fútbol", dice Cristiano Ronaldo. Y Messi dice: "¡No recuerdo haber enviado a nadie!".

¿No es irreverente?
El sentido del humor es sentido del amor. Seguro que Jesús se reiría en misa.

¿Qué ha sido lo más duro de su vida?
Ver a niños muriendo de hambre en Tucumán, cuando el corralito. ¡Odié a los políticos, por tanto robar y robar!

¿Qué hizo con ese odio?
Convertirlo en amor a los niños: fundé SOS Tucumán, para darles formación, y hoy hemos acabado con el analfabetismo.

¿Para qué estamos aquí, sor Lucía?
Para ser felices y hacer felices a los demás.

Pida algo desde aquí.
Si todos los jóvenes que salieron a las calles a recibir al Papa se hicieran voluntarios, ¡solucionaríamos casi todas las necesidades!

¿Qué espera de la otra vida?
Si la otra vida es eterna, ¡la otra vida ya ha empezado, ya estamos ahora en ella!

¿Tiene miedo a algo?
¡No! Porque no tengo nada que perder.

Y si la expulsaran de la Iglesia, ¿qué?
¿Cómo echarme de mí misma? No puede ser: seguiría sirviendo.


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