lunes, 22 de julio de 2013

Laboris Improbus,

                             Labor Improbus


Labor Improbus

      *Reflexiones sobre la obra “Pelleas et Melisande” Joven orquesta Gustav Mahler.
Obra de un solo movimiento dividido en cuatro secciones, compositor Arnold Shönberg.*

     Caídos en la escucha...

     La música nace para mostrarnos lo sublime. Está cautiva de ello, te sumerge en el lado más
luminoso donde se pueda encontrar el alma humana. Nos acerca a lo colosal, el invencible e
innombrable, El Ser.

     El silencio es curiosamente la forma más sutil de música. La palabra la más razonable y por ello
cercana al hombre. El silencio es perenne. La palabra caduca, ella lleva la comunicación de nuestra
propia existencia. El silencio lleva al eterno. El discurso sonoro es la palabra del Eterno. Todas
ellas/os caen hijos de un mismo árbol, lo creado.
     
     Vivimos en un tiempo donde El Ser se confunde con razones y fanatismos que alejan al ente
humano de la fuente de la verdad.
      Intrusos y personajes mezquinos vagos del conocimiento pretenden mostrarnos las maravillas del
mundo con una sola visión, la del ciego. Ellos se anuncian en carteles luminosos como los
visionarios.
     Los humildes trabajan, prestan sus manos a la gran obra, se entregan.

     Para no vivir condicionados necesitamos voluntades. Por el contrario debiéramos prescindir de
patrones, personalidades y caracteres.
     Donde pusimos guapos y simpáticos, poner bellos. Los primeros deseosos de honras, los
segundos o últimos gratuitos y verdaderos.
     Cómo es posible que sociedades supuestamente cultivadas no perfumen nuestras calles, y por el
contrario ensucien nuestras vidas de miserias.


     Y ante mí un desfile colosal de músicos. La Joven Orquesta Gustav Mahler. El poder inspirador
del trabajo y la fe. Forasteros en su tierra, bienvenidos en tierras ajenas; en definitiva,
bienaventurados los caminantes entregados al camino, a la obra.
     En ellos, en el discurso musical que se me presenta, en este presente absoluto inexplicable,
maravillada por esta obra y agradecida al extremo, aparece ante mí la palabra en sí, Amar... 
    Amar es gratuito, que osado parece ahora aquél que ama. Corren ríos de supuestos enamorados,
enloquecidos de una a otra y de otra a una. Sin ton ni son. ¿Y el amor?
     El amor proporciona paz interna. Te lanza al trabajo. Una vez pisas esta tierra fértil, ya no hay
lugar al escepticismo ni al supuesto desamor. El amor Es en esencia.
     El enamoramiento nace del deseo irrefrenable y del ideal humano, se halla alejado del amor. No
es ninguna etapa de nada, como se dice o se escribe actualmente “dura tres meses”, afirman
algunos. El amor toda la vida, trasciende nuestra propia existencia.
     Para amar primero hay que confiar y creer. Llegar a estar entregado al otro es una de las tareas
más titánicas a las que el ser humano debe afrontarse, siempre que estemos hablando del Amor en
mayúsculas.
      Estamos rodeados de egos que como hijos más próximos o cercanos tienen la holgazanería.
Los vagos se aprenden a vestir de oros y sortilegios. Los instruidos y voluntados pueden ir
desnudos. Los primeros, prisioneros de si. Los segundos, libres.
      Esta orquesta podría ser leída o entendida como la de los entregados, los creyentes.
Sin juicios pido disculpas a los agredidos, víctimas de sí mismos, pues las verdaderas víctimas
son los hambrientos, los desoídos, los desolados presos de soledad. Como dicen los gitanos los
amargos. Después de lo dicho se ciernen sobre mí montañas de agredidos. La intención es despertar
al ser humano de su más oscura noche, dejando a un lado culpables y víctimas, acercándonos a lo
grandioso de nuestra existencia, pues en ella está el misterio de este universo. La grandeza y la
gloria del Ser puede manifestarse en nuestras obras, no solo artísticas. Nuestras obras humanas.
       Entendiendo el punto inexpresable (finito) que somos y sabiéndonos participes de lo infinito e
inmenso. Ante estás últimas palabras sólo puedo expresar GRACIAS ETERNAS por esta vida que
me ha venido dada. Por ello sólo puedo agradecerlo, entregando mi vida a ello, dejando que pase
través de mí, el indecible, el inefable. Acogiendo en mí la Gloria del ser, patrimonio de todos,
abandonando la mente bulliciosa que parece ser el enredo momentáneo al cuál el “ente” humano se
somete y así despertar al alumbramiento, del único y verdadero, lo entregado, lo innato.
        Todos estamos capacitados para despertar a la “divina inspiración”. Es patrimonio de la humanidad.
No pertenece a ningún colectivo exclusivo, ni está a la espera de ningún camino escrito o trazado en
un manual. Aparece inesperada, así como el alumbramiento de un nuevo ser humano, gratuita e
incansable. A veces podemos intuir o sentir unas ciertas leyes o estructuras internas en sí, pero
cualquier intento de repetición voluntaria o hecha apropósito para llegar a trazar el camino que otro
ya andó, sólo será una manifestación o copia de lo originario en otro. Al igual que la música expresa
o nos trae lo que sólo ella nos puede decir, el humano trae consigo lo que sólo él puede hacer. Para
ello tendremos que entregarnos y sacrificarnos, confiar en el trabajo, la entrega, tener fe, sin esperas
de nada pues el Todo esta hecho en todos. No es patrimonio de un grupo exclusivo de personas,
pertenece a la humanidad. Platón, en el mito de la caverna,viene a retratar esta certeza. Aprender se
nos muestra como recordar aquello que ya traemos, limpiar nuestro espejo luminoso de barro, dejar
que luzca, que brote lo divino en el finito que somos. Al igual que de la tierra nacieron las flores, al
igual que de una semilla nacen los árboles, algunos han dicho nacer de nuevo a la vida como si
fuésemos la encarnación de diferentes tonos de las eternas primaveras, como si despertásemos al
invierno de nuestra alma anhelada. Compartida por todos, discutida y ultrajada por otros. Dejando
que pase a través de nuestra vida la Gloria del Ser.


Asignatura: Estética
Profesor: Jordi Pons
Alumna: Eva Requena Requena (entregado 21-03-2011)



      P.D: Ha llegado el momento de compartir y compartirlo...
     
     En esta ocasión el texto tuvo que ser explicado, gracias a esto pude trabajar sobre el hecho de que para comunicarme debía hablar cercano al que escuchaba "el otro" DEBÍA DE CONOCER AL OTRO... 
El maestro Jordi Pons haciendo acción de su buen hacer, me comentó que requería de aclaraciones y así fueron entregadas., fue muy generoso y honesto, y le respondí con gratitud y entrega...


Explicación del texto

       Cuando en la primera frase hablo del Ser, estoy hablando del Ser volcado en las cosas, en los
“entes”. El humano como “ente” que es, también es participe de ello y así su obra (la música en
este caso). Por lo tanto, creo que el Ser al que me quiero aproximar es a la idea de DaSein de M.
Heideger.
       Siento haber utilizado un vocabulario convencional y fácilmente relacionable con las posturas
más Kantianas e incluso iluministas. Cuando utilizo el término sublime podría estar también
utilizando el término trascendencia y emanencia. En cualquier caso, una expresión que podría
también utilizar, es que “se ha volcado en la música” la claridad el esplendor de ese Ser al cuál me
estoy refiriendo. Es un Ser que está aquí, está arrojado en la vida propia. Por ello también cuando
aparece el concepto de lo bello en el texto no me estoy refiriendo en ningún caso a una categoría
prefijada o moralizante. Te comenté en clase que Plotino y Longino utilizan este vocabulario, he
estado leyendo sus textos y me he impregnado de ellos. Ahora el conflicto en el que me encuentro
es que dichas palabras están bajo las nubes de otros preceptos filosóficos de los cuáles no me siento
tan participe o cercana.
       Cuando hablo de los humildes que prestan sus manos estoy intentando expresar la condición
humana de aquel que cree y tiene fe. Cuando esto sucede se despierta a la realidad. Siempre dicho
despertar va acompañado de un sacrificio intenso o un trabajo tenaz o perseverante. O sea,
entregado y amador de lo que es la vida en sí. Tal cual y en referencia a ello actuá en
consecuencia. Se que algunos filósofos a este tipo de caminar le han llamado el despertar o aquel
que vive de forma auténtica. Prefiero no introducirme en estos derroteros pues no soy precisamente
la persona indicada para juzgar si un comportamiento o una pulsión vital es o no auténtica.
El obrar aquí y ahora sería inmediato y simultaneo. No por ello se debiera confundir con un obrar
inconsciente e impulsivo. Es aquello que bien explica F. Nietzche la voluntad te lleva actuar y
cuando uno ve la realidad, al igual que “un niño mira el mundo” sabes lo que debes hacer al
instante. El niño hace. Sería en todo caso un obrar espontaneo y consciente. Y no estoy hablando
necesariamente de pensar sobre lo que debo hacer o no. Más bien sería un contemplar sin juicios ni
valores ajenos a lo que es en si la cosa.
        Cuando hablo de razones y fanatismos estoy refiriéndome a la idea de que se ha dividido lo
indiviso, se ha fragmentado el conocimiento de Ser, se ha parcelado. Esto hace imposible ver
correctamente la llama de lo eterno volcado en lo finito de las cosas. Una de las evidencias que esto
ha sucedido es el hecho que el mundo está puesto en el objeto. Cuando la fuente de
conocimiento no se haya fuera, sino más aquí. Parodiando el tiempo en que nos encontramos hice
esas frases. Tiempos en el que “el todo” se reduce a una estadística o a un parámetro de estudio
psicológico aplicado etc... Creo que de esto ya hemos hablado en otras ocasiones. Se ha alejado al
“ente” humano de la fuente de la verdad. Se ha perdido la mirada estética como bien tu dices.
Aunque sabemos que aun hay personas que ven el mundo con los ojos del niño, el conocimiento y
la experiencia del Sabio. Esa mirada priscina, profunda-amplia. Claritat et esplendor.
Mirada trasparente sin precocinado, la mirada pura. Cuando el fondo toca la forma.
Quiero resaltar la idea de que el ente a pesar de ser la forma donde se vierte el Ser no es Dios.
Estoy totalmente en desacuerdo con dichas afirmaciones. Si en algún momento en mi texto se
vislumbra algo parecido es producto de mi indecencia egocéntrica.

San Agustín

1. Dios. Para llegar de la mente a Dios primero tenemos que preguntar al mundo, después
volverse hacia uno mismo y por último trascenderse. El mundo responde que él ha sido
creado y el itinerario continua; se procede a la ascensión interior, y el hombre se reconoce a
sí mismo intuyéndose como ser existente, pensante y amante. Puede por ello ascender a Dios
por tres vías: la vía del ser, de la verdad y del amor. Se trata de trascenderse a uno mismo, de
poner nuestros pasos "allí donde la luz de la razón se enciende". Ahora bien, llegaremos a un
Dios incomprensible, inefable. Este Dios es el ser sumo, la primera verdad y el eterno amor.
2. El hombre. Agustín explora su misterio, su naturaleza, su espiritualidad y su libertad. Es un
grande profundum y una magna quaestio.
Bases del pensamiento o máximas “Ser conocer amar”

H. U Von Baltasar (extraído de los cuadernos)

Quien es afectado por algo verdaderamente significativo(...) queda tocado por una flecha en lo
más íntimo del corazón. Él es el que está aludido. “Tú tienes que cambiar tu vida”, tienes que
corresponder en adelante a ese fenómeno irrepetible y auténtico. El hombre al que (le) sucede esto
queda marcado. Ha tocado suelo sagrado que , aun en el mundo, no es del mundo; le resulta ya
imposible retornar a lo intramundo. Porta en sí la huella ígnea del roce de lo bello. Una ópera o un
concierto pueden no ser más que un recreo vespertino, pero el encuentro primigenio de lo bello es
otra cosa. Los mitos y las fábulas hablan de ello. El hecho de que uno sea afectado de este modo
(…) es elección.

Kandinsky (Cahiers d´art 1935)

“La forma sin contenido no constituye una mano, sino un guante vacío lleno de aire.
Un artista ama la forma de un modo apasionado exactamente igual que ama sus instrumentos o el
olor a trementina, porque todos son medios poderosos al servicio del contenido” (Cahiers d´art.
1935, 4)
F. Nietzsche, Genealogia de la moral (1887) (también estaba en tus cuadernos)
Los “veraces” la primera vez que se acuña este término es en manos de la aristocracia.
Aristocracia a su vez significa gobierno de los mejores y en su traducción más antigua es los bellos.
Los que poseen nobleza. La palabra noble a su vez vendría a ser “el que es”, que es real, que es
verdadero. Los humildes en mi texto serían los veraces evidentemente no son los humildes en
cuanto a poder adquisitivo o en relación a sus riquezas materiales. Los humildes los abonados a lo
sencillo, que no es lo mismo que simple. Los que creen y se entregan. Están apasionados. En el
sentido más amplio de la palabra. Estos pueden a su vez encontrarse en cualquier estrato de la
población mundial.
San Agustín. Otra de las frases que han inspirado mi texto.
“La mejor medida del amor es amar sin medida”
“Tarde te encontré cuando estabas en mi”

Goethe
“El arte se ocupa de lo difícil y lo bueno” Creo que la traducción de difícil sería sencillo. En mi
texto.
“Lo primero y lo último que se le exige al genio es amor a la verdad”

Theodor Haecker (1878-1945) Virgilio, padre de Occidente (1931), extraído de tus textos.

“La espontaneidad sólo se da al principio y sólo nuevamente, al fin; se pierde lo que queda
enterrado en el labor improbus”. En toda elevada cultura, palabra tomada de cultivo del campo,
desempeña el trabajo, el labor improbus, un papel análogo; es la condición imprescindible para que
algo originariamente gratuito se colme aún más de gracia...

Anteriormente ya había elegido este título en segundo de B.U.P tuve un maestro de latín y una de
griego, Oliverí (latín) y Paquita Llorens (griego) siempre me hablaban del labor improbus y me
decían trabaje, da igual de donde venga usted, trabaje cultive su tierra fértil. Me decían cosas como
el cuerpo es el templo donde se vierte la grandeza de Dios. Y me instaban a no rendirme. Mi
maestra de griego me regaló mi primer libro en griego “La Odisea” Homero y su traducción de
Narcís Oller. Así hizo sucesivamente, fue introduciéndome en el amor por los clásicos, estaban
totalmente apasionados por su trabajo.
Cuando hablo de lo sencillo estoy equiparando este estado a algo cerca del misticismo.
La madre Teresa de Calcuta habla de esto en sus escritos.
Por último voy a intentar explicar el primer parágrafo donde hablo del silencio. La música y la
palabra.
Voy a utilizar palabras del sánscrito y algunas también de origen oriental.
Advaita significa total, entero, indiviso. También advaita significa no-dos, evitando utilizar
incluso el uno como número, pues necesariamente implica el dos. Astral o esotéricamente
significaba el corazón o esencia de la verdad. Ya sabemos que las palabras son parciales,
insuficientes, pobres y muy limitadas cuando se proponen expresar la realidad. El silencio en
cambio es total y se convierte así en un medio de comunicación para indicar lo que escapa a las
palabras. El silencio se expresa por sí mismo y está más allá de la mente. No es dual.
Esta experiencia humana escapa a la mente ordinaria, está más allá de los opuestos. El intelecto es
como un péndulo oscilando del blanco al negro, del dulce al amargo, de la luz a la oscuridad. La
última realidad creo que no sabe de conceptos. La última realidad asume los dos extremos y es la
armonía misma. La dualidad es producto de la ignorancia. Hay una fábula que retrata esto “el
caminante advirtió una serpiente en la oscuridad, su cuerpo tembló de miedo, se vino la luz y
observo que ante el solo había una cuerda, la luz le lleva a ver la realidad en última instancia.”

Este recogido último de ideas han nacido de diferentes escritos voy a intentar enumerar algunos de
ellos.
Pre-socráticos, Epicuro, Diógenes, Epicteto e Isopo (fábulas). Orientales, Confucio, Ramana
Maharsi (filósofo del silencio), Lao-Tse (camiino-Tao) y Gandhi. Occidentales Goethe, F.
Nietzsche, F. Dostojvesky, Balthasar,... todos ellos personajes universales.
Estoy intentando ordenar todas estas ideas que a diario me inundan. Es una lucha interna que
mantengo pues se que me aleja de las tareas mundanas. A esa misma velocidad me está acercando a
la paz.
Quería agradecerle en extremo sus clases. Hacia muchos años que no leía filosofía. Ya le expliqué
en la reunión que mantuve con usted porque había dejado de leer. Le quería decir que
independientemente de la nota que obtenga, han sido estos dos años unos cursos provechosos y
magníficos. Me han lanzado de nuevo a la investigación. Despertando la curiosidad extrema. Esto
me ha ayudado a desatarme de antiguos miedos a mi propio conocimiento y mi propia condición
humana. Sigo teniendo cierto pudor o miedo a la locura. Estoy muy agradecida de a ver podido
asistir a sus clases. Siento mucho a veces a ver interrumpido el curso de las mismas. Muchas gracias
por su generosidad y entrega.

            Atentamente Eva Requena Requena (entregado 20/12/2011)







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