lunes, 9 de diciembre de 2013

José Luís Sampedro "Vivimos a medio gas"


fuente: http://www.lavanguardia.com/cultura/20130410/54371083218/jose-luis-sampedro-


vivimos-medio-gas.html


Aquí os dejo la entrevista 


José Luis Sampedro: "Vivimos a medio gas"



Entrevista inédita de 1998 al fallecido escritor, economista y académico de la RAE


Cultura | 10/04/2013 - 00:01h | Última actualización: 10/04/2013 - 21:14h
José Luis Sampedro:
José Luis Sampedro EFE / Esteban Cobo
Beatriz Navarro
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Frankfurt Enviada especial
La entrevista de una estudiante
  • La idea de la muerte ya rondaba a José Luis Sampedro en la primavera de 1998 cuando el economista y escritor concedió esta entrevista, inédita hasta hoy, a una estudiante de Periodismo deslumbrada por su persona y su obra, que hoy firma estas líneas sonrojada y apenada por su muerte.
    Hace quince años, Sampedro no era una figura conocida por el gran público. Sus ideas no tenían el púlpito que echaba en falta para la izquierda. "Se dice que la izquierda no tiene ideas, ¡lo que no tiene es dinero!," decía, para montarse un periódico contra el sistema económico.

    Internet, que por entonces era un servicio que funcionaba mal, a ratos y por turnos, en la biblioteca de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid, lo cambió todo: la tecnología dejó de ser un freno para la difusión de las ideas. Las generaciones más jóvenes descubrieron su pensamiento y Sampedro acabó convertido, junto con Stéphane Hessel, en el referente intelectual de los movimientos sociales surgidos con el 15-M.
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Ahí donde lo ven, este hombre es un tímido. Con su metro noventa de estatura y pese a estar más que acostumbrado al trato con sus lectores, casi enrojece al felicitarle emocionada la periodista por Karin, el delicioso personaje de Congreso en Estocolmo.

La entrevista discurre en la casa del escritor en un bullicioso barrio del norte de Madrid. Muchos de sus gestos cuando se explica son todavía los del profesor de trato cercano, tan querido por sus alumnos. Lo más fácil es cogerle cariño desde el primer minuto de conversación.  El pasado uno de febrero [de 1998] cumplió 81 años, imposibles de adivinar si él mismo no recordara sus achaques.
Por momentos, Sampedro recuerda a alguno de sus personajes, aquellos que dentro de sí tienen un niño: se le encienden los ojos y patalea enrabiado cuando habla del poder, la situación de la mujer, la educación... Se aguanta “porque son más fuertes”. Pero no desespera y sigue dando guerra, aunque no se prodiga apenas en los medios.

“Comprendo que no digo todo lo que debiera, que no hago todas las campañas que debiera. Pero tengo 81 años y ya he dado batallas en otros tiempos. Yo cada vez que cojo un micrófono si voy a la radio o a la televisión es para decir cosas así”, dice. Y con “cosas así”, Sampedro se refiere a la denuncia del irracionalismo del modelo económico, tan anticuado respecto a la evolución de la sociedad, a la prepotencia del poder, al deslumbramiento por la técnica...

Ahora trabaja en una nueva novela, aunque hace dos años manifestó que su "necesidad de escribir" se había agotado y que, si volvía a hacerlo, sería más como un regalo que como un testamento vital.
La verdad es que desde ‘Real Sitio’ ya no tengo esa necesidad de decir cosas, porque creo que todo lo que tenía que decir ya lo he dicho. Allí están mis novelas. Pero también es cierto que he vuelto a escribir. Estos días ando preocupado porque uno ya es mayor y no querría dejarle problemas a mi hija. Estoy intentando arreglar yo mis cosas para que luego a ella le resulte menos doloroso. Pero aun así no me resisto a escribir, no me lo quito de la cabeza.

¿Es compatible vivir plenamente y escribir?A mí vivir no me aleja de escribir, al contrario. Pero es que depende de lo que entendamos por vivir. Mi vida exterior es muy pobre: me levanto temprano, me hago el desayuno, escribo, luego viene Gloria, como, me acuesto un rato... Por la tarde no suelo escribir. Leo, veo a mis hijos, voy de vez en cuando al teatro, al cine...Pero es que para mí ¡escribir es vivir!

Todas sus obras están impregnadas de valores como la dignidad, la autenticidad y el compromiso. A través de sus obras, llegan a una enorme cantidad de gente pero al mismo tiempo parecen minoritarios en la sociedad actual.No lo son, están allí y si no salen es porque al sistema no le interesa. El valor supremo del sistema es el dinero y el beneficio, todo lo demás no interesa. De vez en cuando se hace una alabanza a los valores humanos, pero luego se los cargan. Todo eso se hunde, queda aplastado por el aluvión de noticias que les interesan a ellos.
¿Qué valor a la bondad?Para mí, es fundamental. Es lo primero que me importa, después el escribir bien. Cuando me preguntan cómo me gustaría que se me recordara yo siempre digo que como una buena persona.
Hoy en día, ¿no es como si se opusiera a la inteligencia?Eso esta ligado a otra cosa. En parte, a lo de ganar dinero: el bueno no gana dinero. Pero también al deslumbramiento por la técnica, que acelera constantemente la productividad del trabajo y aumenta los beneficios. ¡El capitalismo está encantado! Yo no desprecio la inteligencia, la razón o la técnica, pero hay que ocuparse de otras cosas también.
¿Se siente respaldado en sus críticas, ve una respuesta?Yo creo que mucha gente piensa así, lo que pasa es que la ideología dominante está constantemente bombardeándonos con las mismas cosas y diciéndonos que eso de la globalización es buenísimo... Lo que estamos haciendo es ponernos en manos de los grandes poderes económicos, que están fuera del control político.
Hay movimientos como el ecologismo que parecía que podrían derivar en algo más pero han sido absorbidos por el sistema.El sistema tiene capacidad de digerir lo que no le conviene. El ecologismo se aprovecha para vender máquinas correctoras, para transplantar lo antieconómico de los países adelantados a los atrasados… Pero no para hacer ecología de verdad.
¿Tiene esperanzas en que las cosas cambien?Aunque las salidas parezcan cerradas, a pesar de cómo dominan el escenario y ahogan las voces disidentes, así y todo las cosas cambian. En la Historia, los fuertes, los que dominan la situación, nunca han querido cambiarla. El cambio significa cambiar el bastón de mando. De la época prehistórica hemos pasado hasta donde estamos. ¿Eso cómo se ha hecho, por la voluntad del más bruto? No, se ha hecho 'a pesar de'. Los cambios sociales se hacen a contrapelo de los fuertes. Nunca quieren dejar el poder pero el caso es que acaban dejándolo.
¿Por qué cree que cuesta tanto a los jóvenes llegar hasta estas ideas, hasta los maestros?Siempre se nos dice que la técnica es neutral pero no es así. Supone unos costes económicos muy altos, así que sólo la pueden utilizar los que disponen de esas cantidades de dinero. ¡Vete hoy a levantar un periódico contra los poderes establecidos! Los bancos y los ricos te apoyan si haces un periódico para defender sus ideas, pero no ves ni un duro si es para atacarlas. Se dice que la izquierda no tiene ideas, ¡lo que no tiene es dinero! Y así es muy difícil encontrar esos maestros que dices, porque no tienen voz. Mejor dicho, lo que no tienen es púlpito.
Respecto a sus lectores, ha dicho que “hay que tener mucho coraje para asomarse a los abismos de la inseguridad, para abordar las carencias”. El primero en hacerlo es usted mismo.¡Pero es que vivimos a medio gas! ¿Qué digo, a un cuarto de gas! Es mi manera de darme a los demás. Lo he dicho muchas veces: soy minero de mí mismo. Lo que pasa es que no nos atrevemos a sacar nada. Tenemos que aprender a reconocernos como somos. Muchos lectores, con mis novelas, se han conocido mejor a sí mismos, que han tenido revelaciones.
¡Menuda responsabilidad la suya!Sí, pero, ¿y la responsabilidad de no hacerlo?


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