Según las Escrituras hindúes, una entidad denominada manas, la "mente", es formada en relación con la esencia sutil del alimento consumido; esta entidad se expresa por el amor, el odio, el deseo, la cólera, etc..., ella es el conjunto del espíritu, del intelecto, del deseo y del ego; a pesar de funciones tan diversas, toma el nombre genérico de "mente" y nosotros la objetivamos como cosas insensitivas que conocemos; bien que ella misma insensitiva, esta entidad parece ser sensitiva por el hecho de su asociación con la Conciencia, lo mismo que un hierro calentado al rojo parece ser el fuego mismo; ella es en efecto de naturaleza transitoria y posee partes susceptibles de ser moldeadas en todas las formas, como la goma, el oro o la cera; ella es la base de todos los principios-raíces (tattwas); se sitúa en el Corazón, como la vista en el ojo, y el oído en la oreja; ella da su carácter al sí individual, y cuando piensa en el objeto ya asociado a la conciencia reflejada sobre el cerebro, toma una forma de pensamiento; está en contacto con este objeto por los cinco sentidos movidos por el cerebro, y se apropia de tal conocimiento con el sentimiento de "yo conozco esto y aquello"; en fin, goza del objeto y queda finalmente satisfecha.
Preguntarse si algo es bueno para comer es una forma-concepto de la mente. "Esto es bueno, esto no es bueno, se puede comer, no se puede comer"; tales nociones discriminativas surgen propiamente del intelecto discriminante (buddhi). Puesto que sólo la mente es el principio-raíz que se manifiesta en tanto que las tres entidades del ego, de Dios y del mundo, su absorción y su disolución en el Sí-mismo es la emancipación final denominada Kaivalya, que es Brahman.
Los sentidos, estando orientados hacia el exterior para ayudar al conocimiento de los objetos, son externos; la "mente", estando en el interior, es el sentido interno. Los términos "interno" y "externo" son relativos al cuerpo; no tienen ningún significado en lo absoluto. Con el fin de mostrar que todo el mundo objetivo está en el interior y no en el exterior, las Escrituras han representado el conjunto del cosmos con el símbolo del "loto del Corazón". Pero el Corazón no es otro que el Sí-mismo. Lo mismo que la bola de cera del orfebre, aun ocultando minúsculas partículas de oro, parece siempre un simple pedazo de cera, igualmente todos los individuos perdidos en la sombría ignorancia (avidya) o el velo universal (mâya) no pueden sino sufrir la nesciencia durante su sueño. En el estado de sueño profundo, los cuerpos físico y sutil, bien que formando parte de ese velo, son sumergidos en el Sí-mismo: es de la ignorancia que ha brotado el ego -el cuerpo sutil-; la mente debe ser transformada en el Sí- mismo.
A decir verdad, la mente no es más que conciencia (chit), porque es pura y transparente por naturaleza: en este estado puro, sin embargo, apenas se le puede denominar "mente". La identificación errónea de una cosa con otra (2) es obra de la mente alterada. Es decir, que la mente pura e inmaculada que es la Conciencia Absoluta, cuando olvida su naturaleza primera, es sumergida por la cualidad de oscuridad (tamas), y se manifiesta en tanto que mundo físico. De la misma manera, subyugada por la actividad (rajas), la mente se identifica con el cuerpo, y apareciendo en el mundo manifestado como el "yo", toma equivocadamente a este ego por la realidad. Así, influida por el amor y el odio, cumple buenas y malas acciones y, en consecuencia, se mantiene en el ciclo de nacimientos y de muertes. Según la experiencia de cada uno, en el sueño profundo o en el momento de un desvanecimiento no se tiene ya conciencia de su propio sí ni de objetividad. A continuación, la experiencia de cada uno "yo he salido de mi sueño", "yo he vuelto a la conciencia", es el conocimiento distintivo nacido del estado natural. Este conocimiento distintivo es denominado vijnâna. No brilla por sí mismo, sino siempre por adherencia ya sea al Sí-mismo, ya sea al no Sí-mismo.
Cuando permanece en el Sí-mismo, es denominado verdadero conocimiento (jnâna); él es consciencia del mundo mental en el Sí-mismo, o conciencia perpetua (prajnâna), y cuando este conocimiento distintivo se combina con el no Sí-mismo, se le llama ignorancia (ajnâna). El estado en el cual permanece en el Sí-mismo y resplandece como Sí-mismo, se denomina aham sphurâna o pulsación del Sí-mismo. Este estado no es algo distinto del Sí-mismo, es un signo de realización inminente del Sí-mismo. Este no es sin embargo el estado del ser primero. La fuente donde se revela esta pulsación es lo que se llama prâjnana (conocimiento integral). Es esta fuente a la cual el Vêdânta da el nombre de prajnâna ghana (conjunto del conocimiento integral). El Vivekachûdâmani (3) de Shankarâchârya describe este eterno estado como sigue: "En la envoltura de la inteligencia brilla eternamente el Atman, el testigo radiante de todo. Toma eso como fin, un fin que nada tiene de irreal y, por una corriente continua de pensamiento, experiméntalo y goza de él como de tu propio Sí-mismo".
-----------NOTAS:
(1). "The nature of the Mind". Ext. de Collected Works of Ramana Maharshi, Madrás, 1963.
(2). Es decir, la percepción errónea que atribuye la Realidad del Sí-mismo al mundo grosero, con una existencia independiente del principio consciente. Esto es debido a la falsa identificación del Sí-mismo con el cuerpo físico; de donde el ignorante supone que lo que se encuentra en el exterior e independientemente del cuerpo físico es también exterior e independiente del principio consciente.
(3). La Joya Suprema del Discernimiento, cf. infra p. 235. Cf. También la traducción francesa de Marcel Sauton publicada en Adrien Maisonneuve, 1945.
LOS DIVERSOS CAMINOS
SRI RAMANA MAHARSHI
Pregunta: ¿Qué es el Yoga?
Bhagaván: El Yoga (unión) es necesario para quien está en el estado de viyoga (separación). Pero realmente hay Uno solo. Si usted realiza al Yo (Atman), no habrá diferencia.
P.: ¿Hay alguna eficacia en bañarse en el Ganges?
B.: El Ganges está dentro de usted. Báñese en este Ganges; no le hará temblar de frío.
P.: ¿Hemos de leer a veces el Bhagavad Gita?
B.: Siempre.
P.: ¿Podemos leer la Biblia?
B.: La Biblia y el Gita son lo mismo.
P.: La Biblia enseña que el hombre nace en el pecado.
B.: El hombre es el pecado. No hay sensación de ser hombre en el Sueño profundo. El pensamiento del cuerpo produce la idea del pecado. El nacimiento del pensamiento mismo es el pecado.
P.: La Biblia dice que el alma humana puede perderse.
B.: El pensamiento del "yo" es el ego y eso se pierde. El "yo" real es "Yo soy el que soy".
P.: Hay un breve relato de las experiencias espirituales de Santa Teresa, en el número de marzo del Prabudha Bharata. Ella era devota de una imagen de la Virgen que cobró vida ante su vista y estuvo arrobada. ¿Esto es lo mismo que sakti pada?
B.: La imagen que cobró vida indica la hondura de la meditación (dhyana bala). El sakti pada prepara la mente para la introversión. Hay un proceso de concentración de la mente sobre la propia sombra que oportunamente cobra vida y responde a las preguntas que se le formulan. Esto se debe a la fuerza de la mente o a la hondura de la meditación. Lo que es externo es también transitorio. Tales fenómenos pueden producir júbilo por un lapso, pero el resultado no es la paz inmanente (shanti). Eso sólo se obtiene mediante eliminación de avidya (la ignorancia)
P.: ¿No podemos ver a Dios en forma concreta?
B.: Sí, Dios se ve en la mente. Puede verse una forma concreta pero, sin embargo, eso es sólo en la mente del devoto. La forma y la apariencia en que Dios se manifiesta son determinadas por la mente del devoto. Pero esa no es la última experiencia. En ello hay un sentido de dualidad. Es como un sueño o una visión. Después que Dios es percibido, empieza la indagación del Yo y eso conduce a la Realización del Yo. La indagación del Yo es la ruta última.
P.: ¿Cuál es la mejor de todas las religiones? ¿Cuál es el método de Bhagaván?
B.: Todos los métodos y religiones son los mismos.
P.: Pero para alcanzar la liberación enséñanse diferentes métodos.
B.: ¿Por qué no ha de ser liberado usted? ¿Por qué no ha de permanecer como es usted ahora?
P.: Quiero librarme del dolor. Se dice que librarse del dolor es liberación. Eso es lo que enseñan todas las religiones. ¿Pero cuál es el método?
B.: Vuelva por el camino por donde vino.
P.: ¿De dónde vine yo?
B.: Eso es precisamente lo que usted tiene que averiguar. ¿Estas preguntas surgieron cuando usted estaba dormido? Y sin embargo usted entonces existía. ¿No era usted la misma persona?
P.: Sí, yo existía en el sueño. También la mente. Pero los sentidos se fundieron de tal modo que yo no podía hablar.
B.: ¿Usted es el individuo? ¿Usted es la mente? ¿La mente se anunció a usted cuando usted estaba dormido?
P.. No. Pero las autoridades dicen que la individualidad es diferente de Dios.
B.: No se preocupe por Dios; hable por usted.
P.: ¿Qué sobre mi? ¿Quién soy yo?
B.: Eso es precisamente lo que usted tiene que averiguar. Entonces lo sabrá todo. Si no lo hace, entonces habrá tiempo bastante para preguntar.
P: Cuando me despierto, veo al mundo, y no estoy para nada cambiado.
B.: Pero usted no sabe esto cuando está dormido. Y sin embargo usted existe en ambos estados. ¿Quién ha cambiado ahora? ¿Su naturaleza ha de cambiar o ha de permanecer inmutable?
P.: ¿Cuál es la prueba?
B.: ¿Necesita uno la prueba de su propio ser? Sólo permanezca consciente de usted y todo lo demás se sabrá.
P.: ¿Por qué entonces los dualistas y los no-dualistas disputan entre ellos?
B.: Si cada uno atendiese sus asuntos (de buscar la Realización), no habría disputa.
P.: ¿La experiencia del estado supremo es la misma para todos, o hay alguna diferencia?
B.: El estado supremo es el mismo y la experiencia es la misma.
P.: Pero encuentro alguna diferencia en la interpretación dada sobre la verdad Suprema.
B.: Las interpretaciones se hacen con la mente. Las mentes son diferentes, de modo que las interpretaciones también difieren.
P.: Quiere decir que los videntes se expresan de modos diferentes.
B.: Sus modos de expresión pueden diferir según la naturaleza de los videntes para cuya guía se proponen.
P.: Uno habla en términos de Cristianismo, otro en términos de Islamismo, un tercero en términos de Budismo, etc. ¿Esto se debe a su educación?
B.: Cualquiera sea la educación de ellos, su experiencia es la misma. Sólo difieren los modos de expresión, según las circunstancias.
P.: Diferentes maestros establecieron diferentes escuelas y proclamaron diferentes verdades y así confundieron a la gente. ¿Por qué?
B.: Todos enseñaron la misma verdad pero desde diferentes puntos de vista. Tales diferencias fueron necesarias para satisfacer las necesidades de diferentes mentalidades constituidas diversamente, pero todas revelan la misma verdad.
P.: Puesto que recomendaron senderos diferentes, ¿cuál es el que hay que seguir?
B.: Usted habla de senderos como si estuviera en alguna parte y el Atman en otra y usted tuviera que ir a alcanzarle. Pero de hecho el Atman está aquí y ahora, y usted es él siempre. Es como estar aquí y preguntar a la gente el camino hacia el Ramanasramam y luego quejarse de que cada uno muestra un sendero diferente y pregunta cuál habrá que seguir.
P.: ¿Por qué las religiones hablan de dioses, cielo, infierno, etcétera?
B.: Sólo para hacer comprender a la gente que se iguala con este mundo y que sólo el Atman es real. Las religiones son según el punto de vista del buscador. (Tome el Bhagavad Gita, por ejemplo; cuando Arjuna dijo que no lucharía contra sus parientes y mayores, a fin de matarlos y ganar el reino, Sri Krishna dijo: "No es que éstos, tú o yo, no estuviéramos antes, no estemos ahora, ni estemos después. Ninguno nació, ninguno murió, ni será así después", etcétera. Después, al desarrollar el tema y declarar que El había dado la misma instrucción al Sol, a través de él a Ikshvaku, etc., Arjuna planteó la duda: "¿Cómo puede ser eso? Tú naciste hace unos pocos años. Ellos vivieron hace edades." Entonces, Sri Krishna, entendiendo el punto de vista de Arjuna, dijo: "Sí, ha habido muchas encarnaciones de mí y de ti; yo las conozco todas, pero tú no.") Tales afirmaciones parecen contradictorias, pero ambas son correctas según el punto de vista de quien interroga. Cristo también declaró que El existía incluso antes de Abraham.
P.: ¿Cuál es la finalidad de tales descripciones en la religión?
B.: Sólo para establecer la realidad del Atman.
P.: Bhagaván siempre habla desde el punto de vista supremo.
B.: (sonriendo): La gente no entenderá la verdad desnuda y simple: la verdad de todos los días, la experiencia siempre presente y eterna. Esa es la verdad del Yo. ¿Hay alguien no consciente del (Yo) Atman? Empero, ni siquiera gustan oír de él, mientras que ansían saber qué hay más allá: cielo e infierno y renacimiento. Porque aman el misterio y no la verdad lisa y llana, las religiones los miman, sólo para traerlos, al final, en torno del Atman. Además, por mucho que usted vague, deberá regresar, en última instancia, al Atman, de modo que ¿por qué no morar en el Atman aquí y ahora?
Todas las escrituras tienden solamente a hacer que el hombre recorra otra vez sus pasos hasta su fuente original. No necesita adquirir nada nuevo. Sólo tiene que renunciar a las ideas falsas y a las adherencias inútiles. Sin embargo, en vez de hacer esto, trata de captar algo extraño y misterioso porque cree que su felicidad está en otra parte. Ese es el error. Todas las escrituras sin excepción proclaman que, para alcanzar la salvación, ha de someterse la mente. Y una vez que } uno sabe que el control de la mente es su aspiración final, es fútil efectuar un estudio interminable de aquellas. Lo que se necesita para tal control es indagación real en uno mismo mediante la Indagación del Atman: "¿Quién soy yo?" ¿Cómo puede esta indagación en la búsqueda del Yo, formularse por medio de un estudio de las Escrituras?
Uno ha de realizar el Yo mediante el Ojo de la Sabiduría. ¿Rama necesita un espejo para reconocerse como Rama? Aquello a lo cual el "yo" se refiere está dentro de las cinco envolturas, mientras las Escrituras están fuera de ellas. Por tanto, es fútil buscar por medio del estudio de las escrituras; El Atman ha de ser realizado rechazando simplemente incluso las cinco envolturas.
Indagar sobre Quién es el Yo que está en la esclavitud y conocer sólo la propia naturaleza real es la Liberación. Mantener la mente vuelta constantemente hacia dentro y morar así en el Atman es sólo Atmavichara (indagación del Yo), mientras dhyana (meditación), consiste en la contemplación ferviente del Atman como Sat-Chit-Ananda (Ser-Consciencia-Beatitud). En verdad en algún momento, uno tendrá que olvidar todo lo que ha aprendido.
El Hombre Realizado avanza como Aquello a lo cual se refieren todos los atributos enumerados por las Escrituras. Por tanto, para él, estos textos sagrados no son de ninguna utilidad.
(Extracto de: THE TEACHINGS OF RAMANA MAHARSHI IN HIS OWN WORDS, Sri Ramanasramam, 1962; Rider, Londres, 1971, 1975. Trad. esp.: LAS ENSEÑANZAS DE BHAGAVAN SRI RAMANA MAHARSHI, ARTHUR OSBORNE, Kier, Buenos Aires, 1978, 1988.)
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